Procedente de la ciudad comercial de Banon, justo al norte de Aix, en el sur de Francia, Banon es un queso suave sin pasteurizar elaborado con leche de cabra. Con el estatus de AOC en 2003, Banon, también conocido como Banon à la feuille, es un queso tradicional muy antiguo que se remonta a la época galo-romana.

El queso se envuelve en un estuche de hojas de castaño, sujeto con rafia. Los queseros recogen las hojas en otoño cuando se caen de los árboles. Algunos productores sumergen las hojas y la rafia en vinagre o aguardiente para impartir un sabor único al queso.

Banon se envejece durante un mínimo de dos semanas. A medida que envejece, el queso suave y pegajoso desarrolla mohos azules y grises sobre y debajo de las hojas, lo que le da un sabor fuerte e intenso. La cubierta de hojas protege el disco de corteza lavada y permite que el queso joven, ligeramente ácido, permanezca húmedo. También imparte un sabor a vegetales frescos con un toque de vino. Los quesos Banon varían desde firmes, suaves y lácticos hasta suaves, cremosos y agrios, con sabor a nuez.

La especialidad local, Fromage Fort du Mont Ventoux, se fabrica colocando un queso Banon joven (sin hojas de castaño) en una vasija de barro, sazonándolo con sal y pimienta y vertiéndolo sobre vinagre o aguardiente local. La vasija a menudo se coloca en un sótano fresco y el queso se deja fermentar con solo un movimiento esporádico. Cuanto más tiempo se deja, más fuerte se vuelve.

Banon va bien con una baguette crujiente, frutas frescas y una copa de vino blanco seco.