¿Eres un amante del queso y estás buscando algo nuevo y delicioso para probar? ¿Quieres descubrir un queso suizo con un sabor único y una historia interesante detrás de él? Entonces, no puedes perderte este artículo sobre el queso San Galo. Originario de una hermosa ciudad en los Alpes suizos, este queso es un verdadero tesoro gastronómico que cautiva a los paladares más exigentes. Sigue leyendo para conocer sus características, curiosidades y cómo disfrutarlo de la mejor manera.
San Galo
-
Elaborado con leche de vaca sin pasteurizar
-
País de origen: Irlanda
-
Región: Condado de Cork
-
Familia: Queso Suizo
-
Tipo: duro, en salmuera
-
Textura: cremosa, untuosa, suave y elástica
-
Corteza: natural
-
Color: amarillo
-
Sabor: afrutado, suave, lácteo, nuez, suave, a levadura
-
Aroma: afrutado, suave, lechoso, a nuez, rico, a levadura
-
vegetariano: no
-
Productores: CAIS Cheesemakers Association Ltd
El queso St Gall deriva su nombre de Saint Gall, uno de los compañeros de San Columbanus. Este es un queso suizo fino típico y tiene un sutil sabor agridulce. Es un queso duro elaborado con la leche obtenida de vacas frisonas y tiene un sabor intenso. También ha ganado una Medalla de Oro en 2008 en los World Cheese Awards celebrados en Dublín.
Otros quesos de Irlanda:
Queso San Galo: Un sabor único
El queso San Galo es un queso artesanal producido en la región de Galicia, España. Su elaboración sigue una receta tradicional transmitida de generación en generación.
Características del queso San Galo
- Textura suave
- Aroma intenso
- Sabor equilibrado entre dulce y salado
- Color amarillo claro
El queso San Galo es una excelente opción para los amantes del queso y la gastronomía española.
Se puede disfrutar solo, en bocadillos o como ingrediente en platos típicos como las empanadas gallegas.
El proceso de elaboración del queso San Galo
La leche procedente de las vacas de la región se calienta y se agrega cuajo para conseguir la coagulación. Se corta la masa obtenida y se separa el suero del cuajado. Luego se le da forma y se deja madurar durante un mínimo de dos meses en una cueva para conseguir su sabor y aroma característicos.
El queso San Galo refleja la tradición y el sabor de la gastronomía gallega.
