Si eres un amante del queso, seguro que has probado muchos tipos diferentes. Pero, ¿alguna vez has oído hablar del Mont d’Or? Considerado por muchos como el Santo Grial del queso, esta delicia francesa es única y exquisita. En este artículo, descubre todo lo que necesitas saber sobre el Mont d’Or y por qué es uno de los quesos más valorados por los amantes de la gastronomía. ¡Prepárate para tentar a tu paladar!
Francia es conocida por sus quesos excepcionales. En este artículo, cubriremos las mejores razas de vacas francesas para la elaboración de queso según la AOP.
Francia es conocida por sus quesos excepcionales. En este artículo, cubriremos las mejores razas de vacas francesas para la elaboración de queso según la AOP.
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¿Qué es el Mont d’Or?
El Mont d’Or es un queso típico de la región de Doubs, en los Alpes franceses. Se elabora con leche cruda de vaca, tiene forma circular y se presenta en una pequeña caja de madera.
Sabor y textura
El Mont d’Or es un queso suave, cremoso y con un sabor delicado y aromático. Su textura es untuosa, lo que lo convierte en una delicia para untar. Es ideal para disfrutarlo en un trozo de pan, con frutas frescas o con frutos secos.
Cómo se elabora
El proceso de elaboración del Mont d’Or es muy cuidadoso. Primero se calienta la leche cruda de vaca a una temperatura determinada y se le añaden ciertas bacterias lácticas para que esta cuaje. Después, se le agrega cuajo para que se solidifique y se obtiene una especie de cuajada que se envasa en cajas de madera. El queso luego se deja reposar durante unas semanas para que se desarrolle su sabor y textura característicos.
¿Dónde comprar el Mont d’Or?
El Mont d’Or es un queso que se puede encontrar en tiendas especializadas o en supermercados gourmet. Es importante verificar si el queso cuenta con la etiqueta AOC (Appelation d’Origine Contrôlée), que garantiza que ha sido producido según las normas de la región de origen y ha pasado los controles de calidad correspondientes.
En resumen, el Mont d’Or es un queso único y delicioso que forma parte de la riqueza gastronómica francesa. Con su sabor y textura inigualables y su cuidadosa elaboración, es un verdadero tesoro culinario que hay que probar al menos una vez en la vida.
Imagen cortesía de www.quesosdeeuropa.com
